La historia del Doble Chevron de Citroën

La historia del Doble Chevron de Citroën

La inspiración surgió del sistema de engranajes conocido como “espina de pescado”.

Una de las primeras historias apuntan al año 1900, cuando el fundador de la marca, André Citroën, fue a Polonia a visitar a algunos miembros de su familia y allí conoció un nuevo tipo de engranaje, en forma de V, fabricado en moldes de arena y utilizado principalmente para moler harina.

Como curiosidad, cabe señalar que, en aquella época, las opciones de engranajes se limitaban a rectos y helicoidales. Los engranajes rectos tenían la desventaja de ser más ruidosos. Los engranajes helicoidales, además de ser muy complejos de fabricar, requerían un cuidado especial para superar el empuje axial. Así que cuando Citroën conoció el nuevo engranaje, se dio cuenta de que podía ser una alternativa para la industria en varios ámbitos. Este nuevo engranaje se fabricó inicialmente en madera. Sin embargo, Citroën compró la patente, fundó su primera empresa y empezó a producir estos engranajes dobles, llamados Chevron (en español, divisa o bifurcación) o “espina de pescado”, con acero. Y así fueron bautizados como “Deux Chevrons” – a pesar de la similitud en la pronunciación, conviene recordar que la grafía del nombre 2 CV, el clásico de Citroën, es “Deux Chevaux”.

Símbolo que nació en los inicios   

Hasta el año de creación del fabricante de automóviles, André Citroën se dedicó a la Société d’engrenages Citroën, su industria de engranajes. Con tanta familiaridad en el negocio, no podía ser diferente: naturalmente rindió homenaje al artículo y los “Deux Chevrons” han sido el logotipo de Citroën desde la fundación de la empresa en 1919.

El primer automóvil que lució el histórico logotipo fue el 10 HP Type A, fabricado entre 1919 y 1921. Desde entonces, el símbolo ha evolucionado, la forma y los colores han cambiado, pero el Doble Chevron siempre ha permanecido, acompañando e ilustrando momentos concretos de Citroën.

La versión actual del logotipo, la décima en la historia de Citroën, se presentó en 2022 con unos chevrones más anchos y prominentes, contrastados y rodeados por un suave marco oval vertical. Desarrollada por el equipo de diseño de Citroën, la nueva identidad se ha beneficiado de la experiencia de Stellantis Design Studio, la agencia de diseño interna del grupo. Versiones de la misma se aplicarán progresivamente a los próximos modelos de producción y conceptuales de la marca.

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