Vecino de Monte Grande de toda la vida, Hugo Rodríguez, de 67 años, es dueño del exitoso concesionario R.H.A. Autos, ubicado en la localidad del sur d
Vecino de Monte Grande de toda la vida, Hugo Rodríguez, de 67 años, es dueño del exitoso concesionario R.H.A. Autos, ubicado en la localidad del sur del Gran Buenos Aires que lo vio nacer.
Por Roberto Nemec I Fotos: Ezequiel González
Casado desde hace casi 43 años con Mabel, a quien no dejó de elogiar y agradecer a lo largo de toda la extensa charla, Hugo es aficionado al Rock&Roll, al punto que su hobby actual es tocar la batería, tal como solía hacerlo en su juventud. A esa distracción le suma la de disfrutar de sus dos pequeños nietos, que visita cuando viaja a su querido campo de Coronel Dorrego, en la Provincia de Buenos Aires. Todo eso sin descuidar su actividad principal, que es llevar adelante el gran local de autos, en la esquina de la calle Enrique Santamaría al 800 (Monte Grande), que funciona ininterrumpidamente desde hace casi 50 años, ya que el negocio nació el 1 de diciembre de1974.
Orgulloso padre de María Eugenia, Silvina y Sofía, este vecino muy conocido y querido de su pintoresca ciudad nos habla sobre el pasado, presente y futuro del rubro de los autos, que lo llevó a formar un gran negocio familiar.
¿Cómo comenzaste con la actividad?
Comencé desde que tenía 17 años con mi padre y mi hermano, que era ocho años mayor que yo y ya había empezado comprando y vendiendo algún que otro auto. Teníamos la suerte que toda esta mitad de cuadra donde vivíamos era de la familia, entonces poníamos los autos en la vereda y así empezamos. Después compramos la esquina y luego la parte de atrás, hasta completar los cinco lotes actuales, que son unos 2.500 m2.
Y así fueron creciendo…
Sí. Mi padre siempre decía que había que poner los huevos en distintas canastas, así que muchas veces cambiábamos algunos autos por propiedades. Así es como, además de tener algunas en alquiler, llegamos a tener un campo en Coronel Dorrego, que fuimos comprando de a poco. En los últimos tiempos, al local de Monte Grande se sumó un colaborador, Miguel Ángel García, que es un vecino que conozco desde hace más de 50 años y que tenía una agencia en Cañuelas y mudó sus autos a nuestro espacio. Su presencia me ayuda mucho, ya que ahora puedo dedicarme un poco más a mis otras tareas sin tener que desatender o cerrar el local.
¿Qué tipo de autos comercializan?
Nosotros apuntamos a un público de clase media para abajo, porque en la zona no hay ninguna agencia que se dedique a esa franja. Lo que nos está pasando es que en este contexto es el público más perjudicado. Por eso en estos últimos meses no anduvimos nada mal, pero nada que ver con otras épocas. Por eso las otras actividades que tengo me dan la posibilidad de seguir subsistiendo.
¿Qué panorama ves para el mediano y largo plazo?
No lo veo fácil, pero tampoco demasiado complicado. Principalmente porque ¿a quién no le gusta tener un auto nuevo? Acá hay personas que hacen casi lo imposible para llevarse el vehículo que les gusta. Por eso también tenemos financiación a través de bancos y financieras y con eso nos movemos bastante bien. Por suerte hoy han bajado bastante los costos y el público tiene una cuota bastante más accesible. Otra ventaja que tenemos es que en esta zona ha crecido muchísimo la población.
Si tenemos la suerte de que a este Gobierno le vaya bien, seguramente nos va a ir bien a nosotros, especialmente si comienza a repuntar la clase media/media-baja que, como te dije anteriormente, es a la que nosotros apuntamos.
¿Utilizan los sitios web y las redes?
Sí. En ese tema me ayuda mucho una de mis hijas, Sofía, quien es mi mano derecha en este rubro y la que nos maneja todas las redes, además de darme una mano enorme, también en otros negocios. Dentro de esas redes tenemos una cuenta en Instagram, que es @rhaautos, donde a cada persona que le vendemos un vehículo le sacamos una foto y la publicamos ahí. También tenemos una cuenta, donde nos contactamos con gente del interior y eso nos da muy buenos resultados.
A propósito: con tantos años en el rubro habrán surgido algunos recuerdos interesantes…
Son muchos. Imaginate que le vendimos autos a clientes, luego a sus hijos y ahora ya le empezamos a vender a sus nietos. Tengo en una de mis oficinas un montón de obsequios de todo tipo, que reflejan la gratitud de muchos de mis clientes a través de los años. Para mí todo eso tiene un valor muy importante y una satisfacción enorme.
¿Cuándo y por qué te hiciste socio de la CCA?
Hace muchos años tuve la suerte de que me vinieran a hacer socio. Al principio era medio reacio a suscribirme, pero después me di cuenta de que no me equivoqué en lo más mínimo. Hablo y hago consultas con todas las áreas y los directivos, y la verdad es que sólo tengo palabras de agradecimiento hacia todo ellos. En todo momento han sido tremendamente generosos conmigo y cuando tuve alguna inquietud, siempre me la han sabido resolver. Creo que en mejores manos no puedo estar.
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