Con la esperada camioneta nacional, gemela de la moderna Nissan Frontier, por primera vez la marca francesa incursiona en el mercado de las pick-ups medianas.
Por Roberto Nemec
En el Salón de Frankfurt de 2015, por primera vez se vio una pickup con el rombo en su frontal, aunque sólo se tratara de un concept.
Tres años más tarde, de la planta Nissan de la Zona Franca de Barcelona (ahora discontinuada), saldría la primera serie de la Renault Alaskan, que compartiría casi todas las piezas y la línea de montaje de la Frontier.
La Alaskan argentina se ofrece en ocho versiones, cuatro con motores Diesel turbo y otras cuatro con biturbo; todas en la configuración de doble cabina y con la opción entre cajas manuales de seis marchas o automáticas de siete y con cuatro niveles de equipamiento denominados Confort, Emotion, Intens e Iconic.
Puertas adentro, tras el fácil ingreso gracias a los estribos, comprobaremos que -salvo por el logo en el centro del volante- no hay diferencia alguna con respecto al Frontier: el decorado, los comandos, las teclas, los guarda objetos, las palancas son los mismos; también lo es la de la percepción de buena calidad de los materiales y de la confección de los tapizados, que en el caso de la versión tope que probamos, la Iconic, son de cuero sintético.
Aunque el volante (multifunción) no se regula en profundidad, la postura ideal de manejo se facilita por los reglajes eléctricos, que también incluyen al lumbar. Las butacas (calefaccionables) son cómodas y de sujeción mediana, algo lógico por la finalidad del vehículo. Una exclusividad absoluta de la Alaskan en el segmento es que equipan techo acristalado corredizo, lo que eleva la sensación de amplitud.
En el espacio trasero, lo de siempre: cómodo y amplio para dos personas y escaso para la plaza central, que esconde un gran apoyabrazos con sendos posavasos. El asiento es enterizo y se pliega totalmente, pero peca de estar muy cerca del piso lo que hace que las rodillas se eleven por encima de la cintura de los pasajeros. Hay salida de aire acondicionado y las ventanillas tienen comando eléctrico con un toque.
Como dijimos se puede optar entre dos motorizaciones. Como es lógico el Iconic lleva el más potente, el M9T biturbo de 190 caballos a 4.000 rpm con un par motor de 47 Kgm entre las 1.500 y 2.500 vueltas. Tiene inyección directa por common rail y distribución a las 16 válvulas por cadena. Se alimenta con el gasoil de grado 3. Está vinculado a una caja de velocidades automática de siete marchas de buen funcionamiento y muy bien relacionada, y se puede manejar con la selectora únicamente, ya que no dispone de levas tras el volante. La tracción es de 4×4, con transferencia de alta a baja.
Las prestaciones de esta Alaskan son razonables: logramos una velocidad máxima de 181,2 Km/h (en drive) y en cuanto a aceleración llegamos de parado hasta los 100 Km/h en 8,6 segundos, en tanto que para pasar de 80 a 120 Km/h necesitamos 8,7 segundos en esta típica maniobra de salir a pasar un camión, por ejemplo.
El consumo en ruta es bastante lógico, ya que a 90 Km/h constantes gastamos a razón de 15,0 km por litro y a 130 Km/h, 10,9. Pero en el circuito urbano las cifras bajaron a sólo 7,8 Km/l.
En cuanto al comportamiento dinámico, la nueva pickup cumple con creces. Es un vehículo robusto que no deja de lado el confort de marcha.
La suspensión trasera es pseudo multilink con brazos arrastrados al eje rígido; la delantera de doble horquilla con barra estabilizadora. Va muy bien ruta con una dirección que da confianza, pero en ciudad es demasiado pesada en maniobras cortas.
Esta full de 5,32 metros de largo total y un despeje de 23 cm pesa en orden de marcha 2.133 Kg y la caja de carga está pensada para casi una tonelada, en un espacio protegido por plástico termo-formado; los bultos se cubren con una capota marítima de excelente factura y fácil colocación. Hay prácticos y oportunos anillos de amarre.
En la prueba de frenado conseguimos pararla sin problemas en 47,5 metros, cuando veníamos a 100 Km/h.
En cuanto al equipamiento de la Iconic podemos calificarlo de generoso: además de lo ya descripto con acceso sin llave, encendido y detención del motor por botón, climatizador bizona, espejos de ajuste eléctrico, espejos eléctricos ajustables, control de velocidad crucero, audio con radio AM/FM, reproductor de CDs, toma auxiliar, conectividad Bluetooth para audio y teléfono, sistema multimedia Android Audio y Car Play con WiFi y navegador satelital.
El rodado de 255/60 se calza en llantas de 18 pulgadas de cinco rayos dobles de llamativo diseño. Viene al caso remarcar que la auxiliar es del mismo tamaño, pero de acero estampado.
En lo que hace a la seguridad se destacan seis airbags, controles de tracción y estabilidad, y los asistentes de arranque y descenso en pendiente. Pero el más llamativo es el sistema de cámara de visión 360°, con detector de objetos en movimiento y modo off-road: permite ver hacia adelante para resolver situaciones extremas en los terrenos más complicados. Esas imágenes se ven en la pantalla táctil de 8 pulgadas.
El precio de la Renault Alaskan Iconic automática es 4.942.700 pesos (considerablemente superior al de su gemela Nissan Frontier LE A/T) lo que la ubica como una de las chatas más caras del segmento de las medianas. Su garantía es de cinco años o 150.000 kilómetros.
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