Con un restyling y agragado de tecnología para mantenerse vigente, la pick-up más vendida de la Argentina sale de la planta de Zárate con más potencia y varias novedades.
Por Roberto Nemec
Esta exitosa camioneta comenzó a fabricarse en 1997 en la planta bonaerense de Zárate, donde se la produce desde entonces.
Con poco más de 20.600 unidades patentadas entre enero y septiembre de este año, la Toyota Hilux es el segundo vehículo más vendido después del Fiat Cronos pero es la pick-up líder de nuestro mercado desde hace más de diez años.
Los argumentos para aquello, son variados: desde la reconocida durabilidad, hasta el inigualable servicio de posventa de la marca japonesa.
A todo esto, se le suma una extensa gama de 16 variantes, entre las que figura esta tope de gama, denominada SRX con tracción 4×4 y caja automática.
Este es el segundo restyling de la octava generación. Reemplaza al modelo que se lanzó en agosto de 2018 y que tuvo una actualización en julio de 2019.
Con parrilla, faros traseros y llantas nuevas, exteriormente los cambios no son muy evidentes. Puertas adentro, la SRX presenta una plancha frontal muy moderna, en la que se distingue la nueva pantalla táctil de 8 pulgadas, con Bluetooth y conectividad Android Auto y Apple CarPlay.
Mucho más ameno e intuitivo que los anteriores, dicho display ofrece, además, cámara de marcha atrás, navegador satelital y TV digital, entre muchas otras funciones.
El volante multifunción, también es uno de los protagonistas del avanzado interior. El mismo se regula en altura y profundidad, ayudando al conductor, junto con la butaca regulable eléctricamente a encontrar una posición de manejo adecuada, cualquiera sea su talla. Para nosotros una de las mejores incorporaciones de este modelo es la de los asientos delanteros refrigerables, muy útiles en estos lares, sobre todo en las largas épocas de calor.
Como la mayoría de las pick-ups medianas, atrás los pasajeros no disponen de demasiado espacio para las piernas y el respaldo es demasiado recto. La buena noticia para los pasajeros de este sector es que cuentan con salidas de aire y una útil toma de 220 voltios para enchufar, por ejemplo, la notebook, o el cargador de algún otro aparato.
Al igual que su antecesora, esta Hilux cuenta en su tope de gama con el ya conocido motor cadenero 2.8 turbodiésel con common rail e intercooler, que ahora entrega 204 CV contra los 177 de aquella, mientras que el torque subió a los 51 kilográmetros, que se obtiene desde las 1.600 hasta las 3.800 rpm.
Este impulsor está asociado en este caso con una caja automática de seis marchas con convertidor de par, cuya respuesta nos satisfizo en todas las circunstancias de manejo.
Así, en las pruebas de rigor la Hilux alcanzó una velocidad máxima de 185,1 km/h y aceleró de 0 a 100 km/h en unos razonables 10,4 segundos. Mientras tanto, el registro de elasticidad, para los 80 a 120 Km/h fue de 7,5 segundos.
En términos de rendimiento, en ciudad obtuvimos un valor de 8,9 km/l, en tanto en ruta a 90 y 120 km/h, las cifras resultantes fueron de 14,6 y 11,1 km/l, respectivamente. Todo eso para promediar los 11,5 km/l.
A pesar de las sucesivas mejoras, la Hilux sigue teniendo una deuda pendiente en materia de confort de marcha. En este sentido, las suspensiones siguen comportándose de manera “saltarina”, situación que a lo largo de una jornada de trabajo o de viaje por caminos desparejos puede pasar factura a los ocupantes.
En contraposición, presenta un andar firme a altas velocidades y una buena respuesta dinámica teniendo en cuenta su elevado centro de gravedad.
Hay que resaltar la robustez del chasis, que le permite, además de cargar hasta 1.000 kilogramos, desenvolverse muy bien en los terrenos más difíciles.
Para ello dispone de buenas cotas off-road, además de atributos, como la doble tracción, la transmisión con reductora, el bloqueo mecánico de diferencial trasero, el control de descenso en pendientes y otras cuestiones.
La SRX está equipada con neumáticos de medida 265/60 en un radio de 18 pulgadas, que no son los ideales para estas situaciones extremas (sobre todo con piso mojado). La rueda de auxilio es del mismo tamaño y material que el resto.
Otro de los tantos aspectos a destacar del modelo es el elevadísimo nivel de seguridad, comenzando por los siete airbags de serie en todas las variantes de cabina doble. Pero además se destaca por el paquete que Toyota denomina Safety Sense, que incluye sistema de pre-colisión frontal, alerta de cambio de carril y control de velocidad crucero adaptativo, entre otros temas; todo para ayudar al conductor en diversas situaciones de peligro, para mitigar o evitar accidentes de tránsito.
Completan la lista de protección a los pasajeros, los controles de estabilidad y de balanceo de trailer, entre otros elementos.
En cuanto al frenado, esta pick-up dispone de discos delanteros y tambores atrás y asistencias como el ABS, con distribución electrónica de la fuerza de frenado y asistente de frenado de emergencia. Así, para detener sus 2.090 kilos en orden de marcha, por ejemplo, de 100 km/h a cero en asfalto, la distancia requerida fue de 46,7 metros.
El nivel de confort no se queda atrás en cuanto a lo abundante. Para ese ítem destacamos el sistema de audio Premium JBL con 8 parlantes y subwoofer, que se complementa con la ya nombrada pantalla. Se suman a la lista el sistema de ingreso y encendido “sin llave”, los cuatro levantacristales eléctricos con one touch, el aire acondicionado con climatizador automático digital, los sensores de estacionamiento delanteros y traseros y los modos de conducción ECO y Power Mode.
El valor de esta versión es de 6.758.000 pesos y la garantía cubre cinco años o 150 mil kilómetros.
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