El refrigerante o fluido de refrigeración es esencial para garantizar el buen funcionamiento del motor, más durante a lo hora de salir a la ruta este verano.
Por Roberto Nemec
En los meses de altas temperaturas, este tipo de producto cumple con la función de controlar el calor generado por el motor y regular su temperatura, ya que circula entre el radiador y las cámaras internas.
Para obtener consejos que pueden garantizar el funcionamiento y la seguridad del sistema de refrigeración, tomamos contacto con especialistas de la unidad de Materiales de Performance de BASF. A continuación les detallamos 4
puntos importantes a tener en cuenta.
1. Comprobar regularmente el nivel del fluido de refrigeración. Para garantizar realmente la protección de los autos de más de seis años, se deberá cambiar el fluido refrigerante regularmente después de tres a cuatro años a intervalos recomendados por los fabricantes. Esto se debe a que aparecen moléculas corrosivas debido a la degradación gradual
del fluido.
Postergar el cambio puede llevar a daños en el motor y en el sistema de enfriamiento, como sobrecalentamiento, corrosión, aumento del consumo de combustible y ruidos internos.
Es por eso que verificar diariamente los niveles evita los sobrecalentamientos inesperados, levantar el capó una vez al día no está demás. Además, se deben leer detenidamente las etiquetas del refrigerante que se empleará, porque puede ser más o menos eficiente, según sus componentes.
2. Un suministro incorrecto del fluido puede provocar daños en el sistema de refrigeración. El cambio puede ser un procedimiento simple, pero se requiere algunos cuidados que sólo un mecánico capacitado puede llevar a cabo.
Durante las reparaciones, por ejemplo, se recomienda sustituir totalmente el líquido de refrigeración, lavando y limpiando previamente el sistema de refrigeración.
3. Para la reposición, existen diferentes tipos y tecnologías y es clave utilizar el producto indicado por el fabricante del automóvil, información que viene impresa en el manual del vehículo, ya que fue formulado y probado especialmente para su aplicación, además de contar con la aprobación de la montadora.
Siempre hay que respetar las indicaciones del fabricante del vehículo y jamás mezclar agentes de protección del radiador con diferentes tecnologías.
En este punto, no importa el color o apariencia del producto. Muchas personas eligen los refrigerantes en base a su color, pero este aspecto no influye en absoluto en el desempeño. Siempre es importante priorizar los componentes por sobre la estética.
4. También es importante tener un control del descenso del fluido. Es ideal fijarse mensualmente los niveles de variación de los líquidos, para comprobar si existe alguna fuga en el circuito que ayuda a que el producto se acabe rápidamente. Si baja recurrentemente, es posible que exista una falla.
Por otro lado, es importante estar al tanto de la temperatura del motor.
La temperatura ideal ronda los 90°C dependiendo del tipo de vehículo y su motor, y cuando esta se excede, el sistema permite el flujo del refrigerante. Lo ideal es que la temperatura se mantenga entre los rangos establecidos.
BASF trabaja en cooperación con los principales proveedores de automóviles en todo el mundo para garantizar que sus fluidos de alto rendimiento cumplan siempre las más nuevas exigencias. En el caso del Glysantin, el fluido
concentrado de alto rendimiento de BASF proporciona triple protección: contra la corrosión, el sobrecalentamiento y el congelamiento. Demuestra una excelente transferencia de calor en el sistema de enfriamiento y su excelente
rendimiento técnico reduce el mantenimiento necesario del sistema y al mismo tiempo prolonga la vida útil del motor.
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