Este SUV mediano francés ofrece buenas prestaciones, a partir del conocido THP de 165 CV y un alto equipamiento de confort y seguridad.
Por Roberto Nemec
Desde la desafectación del C4 Aircross, unos cinco años atrás, Citroën no contaba en su catálogo con un SUV mediano. La oferta del grupo PSA, ahora miembro de Stellantis, se limitó entonces al Peugeot 3008 hasta que actualmente la marca del doble chevrón decidió el lanzamiento de su C5 Aircross, idéntico técnicamente al del león, aunque de concepto y estética son absolutamente diferentes.
Este Aircross importado de Francia con motor naftero de 1,6 litros se ofrece exclusivamente en una única versión con un equipamiento full y transmisión automática, argumentos con los que justifica su elevado precio.
La cabina es de una amplitud esperable en un vehículo de 4,50 metros de largo y 2,73 de entre ejes. Además es muy luminosa y está perfectamente insonorizada. Las butacas del C5 Aircross son de excelente textura y ergonomía, incluidas las de las tres plazas traseras, que se pueden ajustar individualmente, de manera que dan real comodidad a los cinco ocupantes, ya que las de atrás se pueden reclinar, adelantar o retrasar de acuerdo a las necesidades de cada ocupante.
La posición de manejo es cómoda y menos erguida que en otros SUV, con un asiento mullido, aunque el cojín sea algo corto. Sus regulaciones son manuales, lo mismo que las del volante, que se desplazan en todas las direcciones. El conductor queda ante un tablero íntegramente digital con una pantalla de 12,3 pulgadas, configurable para diferentes vistas, aunque apenas con las informaciones básicas como velocímetro, cuentavueltas, disponibilidad de combustible y temperatura del motor, además de las funciones de las asistencias a la conducción.
La pantalla multimedia tiene ocho pulgadas y no cuenta con GPS propio, pero sí cámara de marcha atrás, y mediante Apple CarPlay y Android Auto se consigue el Mirror Screen, con el auxilio del cable correspondiente. Incluye cargador inalámbrico para el smartphone. El volante es multifuncional y tras este se encuentran las levas para manejar la caja secuencialmente.
La capacidad del baúl es de un mínimo de 580 litros, pero adelantando los asientos se llega a 720 litros, por lo que resulta la más amplia del segmento, con el agregado de que el espacio es limpio de obstáculos que quiten lugar. Bajo el piso se encuentra la rueda de auxilio de chapa de acero. El diámetro de los neumáticos es de 18” para unas dimensiones de 235 mm de ancho por 55.
Esta nueva C5 Aircross es un producto global idéntico al vendido en el viejo continente, pero su motorización es diferente: lleva el viejo conocido THP 1.6 turbonaftero. El que se vende aquí tiene 165 CV (a 6.000 rpm) y 25 Kgm (a 1.400 rpm) y se vincula a la tracción delantera con una caja automática Aisin de seis marchas de origen japonés. El eje delantero se asiste con el grip control, que permite la estabilidad y tracción de acuerdo al tipo de superficies por donde se transita.
En las pruebas de campo, obtuvimos en velocidad máxima un registro de 190,2 Km/h (en drive, a 4500 rpm), en aceleración “de cero a cien”, 10,3 segundos, recuperando de 80 a 130 Km/h en 7,6 segundos. El frenado, con cuatro discos, de 100 Km/h a detenido, se produjo en unos largos 47,8 metros.
En cuanto al consumo, por tratarse de un auto con caja automática, el gasto es razonable en el circuito urbano con 9,1 Km por litro, 16,8 Km a 90 Km/h y 12,4 a 130 Km/h.
La nueva C5 Aircross viene de serie con amortiguadores progresivos hidráulicos con una puesta a punto que apunta al confort que la coloca en la cima del mercado nacional. El esquema general es de suspensión delantera McPherson y trasera de barra de torsión. Eso sí, es un vehículo familiar alejado de las pretensiones deportivas. Ello se nota en ruta con una blandura que provoca excesivo rolido y tendencia al subviraje, lo que se suma a una dirección que no se endurece demasiado con la velocidad.
El equipamiento de seguridad comprende frenos ABS con repartidor electrónico y ayuda al frenado de urgencia, controles de tracción y estabilidad, asistencias al arranque y al descenso en pendiente, freno de estacionamiento eléctrico, seis airbags (frontales, laterales y de cortina), anclajes Isofix y Top Tether, freno activo de seguridad, alertas de riesgo de colisión y cambio involuntario de carril, activación de vigilancia del ángulo muerto, reconocimiento de señales de velocidad máxima, sugerencia de descanso del conductor, sensores de estacionamiento anterior y posterior con avisos visual y sonoro, detector de presión insuficiente en neumáticos, proyector full led con seguimiento de la dirección, etc.
En lo que se refiere a confort se destaca por dirección asistida eléctricamente, techo corredizo de mando eléctrico, tablero de instrumentos totalmente digital HD de 12,3 pulgadas, volante multifunción, sistema multimedia con pantalla táctil de 8 pulgadas con conexión a Mirror Screen, Apple Car Play y Android Auto, acondicionador de aire automático bi-zona, Bluetooth, cargador inalámbrico para teléfonos Smart, cuatro levantavidrios con un toque y antipinzamiento, espejos exteriores regulables y abatibles eléctricamente, limitador y regulador de velocidad, sensores de lluvia y crepúsculo, apoyabrazos central delantero con gaveta, luces de uso diurno, etc.
El precio de este modelo que ocupa desde julio del año pasado el catálogo local de Citroën, es de 5.293.009 pesos con una garantía de tres años o cien mil kilómetros.
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